Con los pies en el suelo, y la cabeza en las nubes.

jueves, 17 de mayo de 2012

Cosas que tenían que pasar. Y después de todo, no me arrepiento.


Cuéntame cosas de la vida.
Aquellas cosas de las que solíamos hablar.
Cuentame qué pasó con cada paso que dimos.
Aquellas cosas de las que solíamos disfrutar.


Háblame de las gotas de lluvia que nos bebimos juntos,
de los paseos bajo la mirada de una luna impaciente.
Busquemos una excusa para darle al fin de este capricho.
Busquemos una respuesta que no suene coherente.


Volvamos a explotar con un millon de locuras.
Hagamos de nuestra indiferencia el alimento para la curiosidad.
Imaginemos de nuevo que somos alguien el uno para el otro
y en silencio recordemos que fue lo que mató nuestra felicidad.


Ahora miramos cielos diferentes al que solíamos mirar.
Respiramos aromas distintos de los que solíamos disfrutar.
Ahora, esos ojos que fueron míos son de otra persona.
Pero era justamente lo que tenía que pasar.


Cuéntame cosas del mañana.
Aquellas cosas que solíamos anhelar.
Cuéntame como me convertiste en un extraño
por aquellas cosas que solíamos ignorar.


Háblame de las promesas que quedaron entre los cristales rotos.
Dime dónde se quedaron las ganas de gritar.
Porque creimos en un mundo perfecto,
en  dónde tras una mentira no había nada más.


Volvamos a explotar con un millon de locuras.
Hagamos de nuestra indiferencia el alimento para la curiosidad.
Imaginemos de nuevo que somos alguien el uno para el otro
y en silencio recordemos que fue lo que mató nuestra felicidad.

sábado, 7 de abril de 2012

Felicidades, vida mía.


Duermo. Sólo puedo pensar en ti. 
Un sueño perfecto, una melodía desentonada.
Qué más da, eres aire para mí.
Eres necesidad en mi sin vivir.


Escucho. La lluvia de otoño me abraza.
Pasear por la avenida solitaria, intentando imaginarte.
Esos ojos verdes, y tu pelo castaño.
Esas alas blancas, y tu sonrisa incansable. 


Intento. Cuando no estás no puedo. 
El paso del tiempo se detiene. 
Avanzar, descubrir mundos,  es lo que quiero.
Pero sin ti no merece la pena hacerlo. 


Pienso. Imaginar una vida junto a ti. 
La mayor aventura que pudiera existir.
La respuesta a : "¿qué es ser feliz?" 
Sin duda es tenerte a mi lado, sólo para mí.


Aún sigo caminando, con los ojos cerrados.
Algún día tus pasos se hundirán con los mios  en la tierra mojada.
Nuestras manos se encontrarán en la oscuridad, 
y nuestras miradas fundidas en las pupilas calmadas.


Esperaré. Te lo prometo. 
Porque ese día está por llegar. El día que tú te harás realidad. 
Y podré sentir el calor de tu cuerpo. Tus labios besando a los mios.
Esperaré, pase lo que pase. Te lo prometo. 
Esperaré, pase lo que pase. 




Te quiero.




miércoles, 22 de febrero de 2012

Ha vuelto.



Ha vuelto ha levantarse de la cama. 
 No ha querido sonreir esta vez. 
Ha vuelto ha levantarse de la cama. 
 No ha podido olvidar lo que la vida no le dejó ver. 

Ha vuelto a levantarse de la cama. 
Con ganas, quizas, de comenzar de nuevo 
aquello que dejó entre el recuerdo y la vejez. 
Ha vuelto a levantarse de la cama.
Intentando sostenerse con sus propios pies. 

Su mirada, no era como la de siempre. 
Era como el café apagado, amargo. 
Sus ojos no querían ser aquellas luces que
iluminaban mi amanecer. 

Ha vuelto a despertar, ha vuelto a vivir, ha vuelto...  
Con las manos arrugadas porque no perdona el tiempo.
Con el paso lento porque no quiere correr, pero tampoco 
quiere pararse en seco. 
Ha vuelto a ser, ha vuelto. 
Despertó del sueño que la separó hasta ahora de mi lado.
Abrió los ojos, sólo el silencio podrá contar su historia. 
Ha vuelo a despertar, ha vuelto a vivir, ha vuelto.

Nadie podrá regalarme aquello que perdí,
a la vez que salimos de esa habitación. 
Nadie podrá ver cuanto me hiciste falta cuando
el frío congeló mi alma. 
Cuando supe que lo eras todo para mí.

Ha vuelto a levantarse de la cama. 
Con la esperanza de salir de allí.
Ha vuelto a levantarse de la cama.
No ha encontrado lo que buscaba sentir.
Cosas que necesitaba conseguir. 

Ha vuelto a levantarse de la cama. 
Se ha mirado al espejo, retrato de alguien desconocido.
De piel cansada, maltratada. 
Se apagó, flor marchita, con ilusiones de brillar.
Ha vuelto a levantarse de la cama.
Se quebró sin aliento para volver a gritar. 

El intento quedó a sólo rozar el cielo.
Los pies descalzos de una mujer que pudo y fue.
Los recuerdos de una mujer que nunca olvidaré,
la  sonrisa que jamás quiso desaparecer.

Ha vuelto a despertar, ha vuelto a vivir, ha vuelto...  
Con las manos arrugadas porque no perdona el tiempo.
Con el paso lento porque no quiere correr, pero tampoco 
quiere pararse en seco. 
Ha vuelto a ser, ha vuelto. 
Despertó del sueño que la separó hasta ahora de mi lado.
Abrió los ojos, sólo el silencio podrá contar su historia. 
Ha vuelo a despertar, ha vuelto a vivir, ha vuelto.

sábado, 18 de febrero de 2012

Juntos, por siempre.

¿Cómo puedo escapar del laberinto de tus ojos? Nunca creí que me enontraría completamente desnuda ante tí, indefensa y frágil. Tan cerca en la lejanía. ¿Cómo puedo atrapar tu aliento y entrelazar nuestros cuerpos? Otra vez el pensamiento envenenado penetra el corazón engañandolo, haciéndole daño. ¿quién eres? ¿eres humano? ¿lo eres? No. Claro que no. Nadie podria estar a la altura del templo en el que te encuentras. ¿cómo puedo llegar hasta a ti? Si ni siquiera te conozco y ya te echo de menos. Ven, cógeme de la mano, nos iremos de aquí esta noche. Por fín seremos uno. Ven, no tengas miedo, conoceremos aquello que no pudimos descifrar separados. Ven, sujétate fuerte y no me sueltes nunca. Saltemos ahora que podemos soportar la caída, y volvamos a saltar aún más alto. Vivamos la dulce realidad que puede convertirse en mentiras. Convirtamos nuestro cuerpo en aire, volemos. Finjamos conocernos para sorprendernos aún más de nuestras virtudes y superar esos defectos que nos hacen ser tan nosotros. Dejemos que el tiempo pase, que no se pare nunca, para no agarrarnos a la amarga monotonía. Vamos, amor, despleguemos nuestras alas, surcaremos el cielo juntos.

sábado, 11 de febrero de 2012

Tú, sólo tú hiciste esto.

Te agarraste a un clavo ardiendo. A pesar de que no sabías si ibas a ganar o no. Te diste cuenta, al final, te diste cuenta. Este clavo era un estúpido inocente. Y fue así, cómo supiste manejar el metal como quisiste, sin importar lo que sintiera él. Total, solo es un cuerpo inerte, que ni siente ni padece. Qué mas da, si su corazón te cabe en un solo puño. Qué más da, si pronto le dirás adiós, quitándole hasta el ultimo suspiro. Corrompiendo el alma de este ser. Convirtiéndolo en esto que ahora vive dentro de él. 

miércoles, 8 de febrero de 2012

No, no y no.

Instantes, segundos. Segundos que cortan la carne podrida de este monstuo. Que se clavan en el cuerpo inerte de lo que me he convertido. No me culpes, sólo soy otra de muchas tantas atrapada en la red de tus labios, amor. No intentes confundirme, se muy bien lo que quiero. No pretendas amarrarme a ti, dejándome desnuda, indefensa a tus palabras llenas de hermosas mentiras. No quieras convertirme en otra de tus victimas haciéndome creer que estoy en lo correcto, mántandome en silencio,mientras te creces siendo tan pequeño. Sólo soy una humana que paga por sus errores inocentes. Sólo soy un alguien corrompido por la ira y el deseo. Sólo soy una niña, que va aprendiendo a hacerse su propio camino, a base de golpes contra la realidad. Y ahora, gracias a eso, soy algo más de lo que tú nunca podrás ser. No me subestimes, vida mia, todavía tengo mucho que enseñarte. Aquel nombre que escribiste en el camino de mi destino, se borró con las huellas del tiempo. ¿No puedes aceptar verme fuerte? Aunque intentes derrotarme, resurgiré de mis cenizas. Las lágrimas ya no serán mi debilidad, serán las armas para apartarte de mi. Serán la llave para poder respirar la libertad. Así que no luches más conmigo, porque seré yo la que gane. Y, hasta entonces, este monstruo encadenado, no dejará de ser fuerte.

sábado, 4 de febrero de 2012

El final.


Aquella noche sentada en su cama, mirando una noche sin estrellas ni lunas, lloraba vencida por el miedo y dolor. Ya no podía sentir su pecho latente. Estaba muerta, muerta en vida. Ya no podía esperar más. Sólo quería no sentir ese dolor. Se retorcia por dentro, sangraba veneno, estaba tan quemada... no quería despertar... no quería tener que echar de menos aquellos ojos azules verdoso que se clavaban en su mirada oscura y penetrante. Estaba vacía. Tanto, que ni la pena podía rellenar el hueco que su, ahora, tan alejado corazón le había dejado al quedarse junto a su otra mitad. Junto a él.
Se durmió más pronto de lo que esperaba. Las luces del alba comenzaron a penetrar el vidrio de la ventana, llenando con su agradable calor y luminosidad aquella habitación tan solitaria. Ni siquiera los rayos del sol podían revivir con su calor el alma de la niña. Sentía tanto frio por dentro, que creyó no sentir nada. Y se alegró. Pero la fascinante sonrisa de "el desagradable", cómo solía llamarlo para sí misma intentando engañar al viejo y sabio amor, retumbó en su mente como un redoble de tambores y se clavó ahí como un puñal de plata. Todo se había parado para ella, las manecillas del reloj ya no querían hablar con su "tic-tac" constante.

sábado, 28 de enero de 2012

Para tí, amor.

Supongo que es hora de decir adiós, ¿no? bueno, alguna vez teníamos que decirlo. Aunque nunca creí que este momento iba a llegar tan pronto. Reconozco que no tuve el valor suficiente para aceptarlo cuando pasó, y ahora tengo que arrepentirme de todo lo que dije en aquel lugar. 

Supongo que cometimos errores de los que ahora nos da miedo volver a cometer, pero, es normal sentir esto, ¿no? quizá es que en el fondo somos mas débiles de lo que pensamos. No pretendo ser totalmente fuerte, aunque lo intente no lo podría conseguir. Me duele, tengo que admitirlo. Los recuerdos me atormentan en todas y cada una de las noches que han pasado desde aquel día. Son todos tan bonitos que sólo puedo pensar en que me encantaría volver a vivir cada segundo de ellos y aprovecharlos hasta consumir toda su esencia. Pero, como una vez te dije, la realidad me tiene cogida de la mano. 

Y fíjate, ya no nos queda nada. Se nos escapó de las manos, se esfumó como el humo de un cigarro. 

Supongo que ya sabíamos que pasaría, y a pesar de ello, quisimos engañarnos diciéndonos que seria para siempre. Y al final, se rompieron todos los lazos que nos tenían atados el uno con el otro. Por que aunque queramos, ya no volverá a ser lo mismo. Que sepas que no te lo digo con rencor, ni siquiera con enfado. La tristeza se a hecho de mi, no te lo niego, pero entiéndelo, no soy más que una niña. Supongo, que intentaste comprenderme y al final te llevaste una desilusión, no era como te imaginabas, y ahora yo te pregunto ¿quién lo es? La vida está llena de decepciones, y no nos queda otra que aprender a convivir con ellas. Y a mí, no me queda otra que aprender a convivir contigo. 

Supongo, que después de todo llegamos a rozar el cielo. A pesar de que el salto no fue lo suficientemente alto como para poder alcanzarlo. Después de todo, me has hecho sentirme incluso bien conmigo misma. A sí que, gracias por enseñarme cosas que nunca creí que llegaría a saber. 
Supongo que, algún día, nos volveremos a ver. Hasta entonces...


                                                          Suerte.

sábado, 21 de enero de 2012

Algo que jamás podré olvidar.

Entonces dijo: "Nos veremos ahora, ¿no?"
Y contesté: "por supuesto, pero... ¿Dónde?"
Y rápidamente respondió: "En nuestros sueños"
Sorprendida anuncié casi sin darme cuenta: "cual enamorados en la noche..."

Y me quisiste haciéndonos daño.


Dime el porqué hiciste eso... Por qué... 
Por qué tuviste que clavar tus ojos verdes en los mios... y dejarme indefensa ante esa mirada que reflejaba a una chica poca cosa para ti... 
Dime, ¿por qué? ¿Por qué me elegiste a mi, y no a otra... a otra de entre muchas tantas?
Por qué besaste mis labios deseosos de beberse los tuyos, cuando mi respiración se entrecortaba y mi mente comenzaba a dejar de pensar por si sola. Cuando mis movimientos sólo eran meros impulsos y el pensamiento incontrolado empezaba a descontrolarse aun más. Por qué no me paraste cuando mis manos comenzaban a conocerte mejor, y mis ojos miraban a los tuyos con un sentimiento tan grande... incluso para tí... Por qué no me detuviste cuando ninguno de los dos tenía marcha atrás y el tiempo se paró dejando en su memoria vanos recuerdos de lo que era el sufrimiento. Por qué me dejaste desnuda ante tí y me quisiste... me quisiste haciéndonos daño...

Ya no puede más.

El corazón palpita lágrimas y llantos.
Ya no puede más. 
Quiere salir, y viajar.
Pero, ya no puede más.
Saber amar, ¿realmente lo desea?
sí, pero ya no puede más.

Quizá el día que no esté ahí,
que falte su risa fingida,
y no quede más que su silencio,
nos preguntemos donde fue a parar...
y no sepamos contestarnos, por que el ya no pudo más.

Intenta comprender que le hará daño.
Y es que ya es demasiado tarde.
Ya no puede más. 
Volar, saltar, sonreír.
Efímera felicidad, pero todos sabemos que 
eso es un cuento.
No es real. Y ya, ya no puede más.

Quizá el día que no esté ahí,
que falte su risa fingida,
y no quede más que su silencio,
nos preguntemos donde fue a parar...
y no sepamos contestarnos, por que el ya no pudo más.

Está harto de mentirse tanto.
¿pero qué más da? 
a nadie le quiere importar.
Y ya no puede más. 

Quizá el día que no esté ahí,
que falte su risa fingida,
y no quede más que su silencio,
nos preguntemos donde fue a parar...
y no sepamos contestarnos, por que el ya no pudo más.

y tan egoístas fuimos, que ni nos dimos cuenta de que 
se fue, así, sin más...

Quizá el día que no esté ahí,
que falte su risa fingida,
y no quede más que su silencio,
nos preguntemos donde fue a parar...
y no sepamos contestarnos, por que el ya no pudo más.

Una canción que nunca pudo ser escuchada.



Cómo una brisa fria, cortante
siento que aun no lo comprendo...
¿acaso no estoy hecha para el amor?
No. Soy demasiado cobarde para eso...

Pude sostenerme por mi misma; pero
llegó tu hermosa sonrisa, destruyendo todo mi mundo
y ahora sólo puedo verte a ti, sólo ati y tus recuerdos.
Me duele saber que no eres para siempre y que aun así
dependo de ti... 

Cómo en ninguna parte, sólo las sombras sabrán dónde estará mi reflejo.
Pero esto, ya no tiene vuelta atrás... te lo entregué todo.

Así que comenzaré a andar por las sendas de tus caminos.
No sé dónde acabaré. Ni siquiera si esto tiene final.
Pero algo si que sé, que ya no habrán más lágrimas.
Ya no más... 
Así que cogeré todo el valor que me queda y tiraré de mis fuerzas.
Y comenzaré a quererte, comenzaré a marcar mis pasos yo misma. 
Porque hay algo que sé, que ya no habrán más miedos...
ya no más...

Todavía no puedo ver la diferencia, esa pequeña diferencia
que te hace especial a todo lo demás.
No quiero darme cuenta de que perdí el control.
Que tu presencia se convirtió en algo tan esencial como el respirar.
Se que me equivoqué, y que aún no encuentro la solución perfecta... 
¿y si no la hay? Gritaré al viento que es mentira. 

Y es que me siento tan pequeña, tan débil...
No logro ver quien soy realmente  a tu lado...
¿soy yo o es mi reflejo? no lo sé, me derrumbo en mis defectos.
Aunque me levante, siento que volveré a caer y 
aún así lo sigo intentando, eres cómo el sol que ilumina mi oscura habitación.

Cómo en ninguna parte, sólo las sombras sabrán dónde estará mi reflejo.
Pero esto, ya no tiene vuelta atrás... te lo entregué todo... 

Así que comenzaré a andar por las sendas de tus caminos.
No sé dónde acabaré. Ni siquiera si esto tiene final.
Pero algo si que sé, que ya no habrán más lágrimas.
Ya no más... 
Así que cogeré todo el valor que me queda y tiraré de mis fuerzas.
Y comenzaré a quererte, comenzaré a marcar mis pasos yo misma. 
Porque hay algo que sé, que ya no habrán más miedos...
ya no más...