Con los pies en el suelo, y la cabeza en las nubes.

sábado, 21 de enero de 2012

Y me quisiste haciéndonos daño.


Dime el porqué hiciste eso... Por qué... 
Por qué tuviste que clavar tus ojos verdes en los mios... y dejarme indefensa ante esa mirada que reflejaba a una chica poca cosa para ti... 
Dime, ¿por qué? ¿Por qué me elegiste a mi, y no a otra... a otra de entre muchas tantas?
Por qué besaste mis labios deseosos de beberse los tuyos, cuando mi respiración se entrecortaba y mi mente comenzaba a dejar de pensar por si sola. Cuando mis movimientos sólo eran meros impulsos y el pensamiento incontrolado empezaba a descontrolarse aun más. Por qué no me paraste cuando mis manos comenzaban a conocerte mejor, y mis ojos miraban a los tuyos con un sentimiento tan grande... incluso para tí... Por qué no me detuviste cuando ninguno de los dos tenía marcha atrás y el tiempo se paró dejando en su memoria vanos recuerdos de lo que era el sufrimiento. Por qué me dejaste desnuda ante tí y me quisiste... me quisiste haciéndonos daño...

1 comentario: